domingo, 12 de abril de 2015

¡ El semáforo grita verde ! #Domingo de enamorarás

¡ El semáforo grita verde !


Dando vueltas entre sabanas desordenadas y húmedas por el clima sofocante, junto al reloj que no paraba de vociferar. Era muy temprano como para ser vencida por la almohada pero muy tarde como para decidirme a salir. 

Aun así lo hice, no podía más con la idea de ser mártir del colchón de nuevo, así que me tomó apenas unos segundos levantarme a ponerme botas, abrigo y decidirme a salir (o al menos así lo sentí). Una vez fuera comencé a caminar sin rumbo aunque con bastante prisa y cuando vi, estaba sentada en la banca de un parque. Esperando... Aun no sabía que, tampoco por qué había elegido ese lugar si es que lo había hecho. Pero una vez ahí sólo tenia dos opciones: Volver a casa y ceder ante el colchón y sus sabanas o cruzar la avenida principal y caminar hasta el bar más cercano.

Me recosté en la banca ansiando que la luna me inspirara una respuesta pero el intento fue fallido, justo como el 90% de mis relaciones interpersonales; ESA NOCHE NO HABÍA LUNA, camine varias calles buscándola y automáticamente había olvidado todo lo demás sólo podía pensaba por qué putas no podía verla, tal vez por el angulo en que estaba, los edificios cercanos, por alguna otra razón. El caso es que yo no podía verla pero la luna tenía que estar ahí. Casi llegue a pensar que sólo yo no podía verla... ¡Que tontería! como si la luna tuviera voluntad propia y estuviera escondiéndose sólo de mi. 

Aun con todos mis intentos por verla o en su defecto encontrar un ¡¿Por qué no?!, no pude verla. Me sentí asqueada, siempre creí que salir de noche sin ver la luna era como dar el cuerpo sin el alma... Salir y no exponerse ante ella no tenia sentido, yo quería mirarla y retar al purgatorio bajo la excusa del amor, pero esa noche... simplemente no había luna o al menos para mi.

No quedo mas que mi segunda opción entonces, dirigirme al bar mas cercano y tal vez después la luna dejaría de esconderse o seria de día y el sol me serviría de distracción pasajera. Entre al bar y bebí como si compitiera con la noche y nunca me había gustado hacerlo, me parecía estúpido sentirte acompañado entre esa bola de extraños comunes hablando siempre de lo mismo y con las mismas caras. Entre desamor, libertad de expresión, filosofía y demás temas del momento... No es que yo me sintiera única, al contrario me sentía igual o más común que ellos. Tal vez sólo me cagaba la idea de sentirme sola aun con tanta gente. 

De pronto sentí una mano en mi hombre seguida de una voz grave

-- ¿vienes sola, te invito un trago mi reina? 

Di la vuelta para mirar los ojos de aquella voz, como ya esperaba... No tenían nada especial.

-- ¿Entonces qué, es un si?

Me levante y pague mi cuenta, él seguía esperando una respuesta -- Que vulgar y corriente es la vida tuya... Le dije mientras caminaba hacia la puerta. Camine de regreso a casa aceptando mi derrota ante el guiño de la almohada, antes de meterme entre sabanas me asome por la ventana pero como era de esperarse... NO HABÍA LUNA. 

Mientras me hundía en la almohada sólo pude decir:

--Así que al fin decidiste dejarme... Te estabas tardando... Ya lo sabia.

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PD la canción del #DomingoDeEnamorarás


Dann Enriquez          
@dannmarlowe          
Hasta la próxima entradita