martes, 21 de octubre de 2008

Desatormentándome

-¿Por qué te sigues negando? ¿Acaso no entiendes? ¿De que te sirve la razón, tu conciencia y demás elementos que conoces? Deja de hacer “eso”. ¡Suficiente! ¡Basta! No sigas, todo esto te llevará a “nada”.

-¿Y qué es la nada? Defínela. Si hablas de la nada posiblemente puedas definirla… o tal vez no.

-La nada no es una negación. Tomemos como referencia la palabra nada en inglés: nothing/no-cosa. La nada no es la no cosa. Eso me angustia, muchas personas usamos la palabra nada.

-Angustia… ¿De qué te angustias? No va a suceder algo desastroso por la palabra nada. No va a suceder nada.

-No se de qué me angustio, pues de saberlo, este sentimiento dejaría de ser angustia. La angustia es provocada por lo desconocido.

-¡Ja! Eres ridículo.

-No lo soy. Además tú eres el menos indicado para decirme eso.

-Si eso es verdad, entonces ¿quién es la persona indicada para señalar tus características? ¿Acaso hay alguien que sea maestro en eso?

-No lo sé.

-¡Vaya! ¡Vaya! Y ahora ¿Quién es él de las negaciones?

-Yo…

-Lo sabía.

-No es verdad, tú no lo sabías sino hasta el momento en que te lo dije. No podrías saberlo antes de que te respondiera; mucho menos adivinarlo.

-Entonces lo intuí…

-Si. Y no es necesaria una explicación para ello.

-¿Por qué no?

-Ya he hablado en distintas ocasiones sobre la intuición, lo dado a la intuición…

-Los aspectos…

-La conciencia, la intencionalidad…

-¡Suficiente! No quiero padecer insomnio esta noche.

-¿No quieres? Pues deja de conversar conmigo ¡Vampiro!

-¡Déjame dormir tranquilo!

-Aléjate de mis emociones vampiro porque ya no resisto más…

-Y aléjate de mis tentaciones porque este cuerpo es mío, nada más…

-¡No sigas! Porque ya me cansé de gritar…

-¿Por Cris?

-No, me cansé de que, en lugar de cantar, solamente grite.

-¿Por Cris?

-¡No! Yo no grito por Cris, eso no viene al caso.

-Nuevamente las negaciones.

-Si, no puedo concebir un mundo sin las negaciones…

-De ser así no habría equilibrio.

-¿A qué diablos te refieres?

-Al equilibrio: bueno/malo, blanco/negro…

-¡Patrañas! Yo solamente me refiero a que si hay un mundo de ideas o esencias de lo bueno, lo hermoso, lo justo; habría también ideas para lo malo, lo feo y lo injusto.

-¿Por qué me tratas tan mal?

-¿Qué?

-¿Por qué me tratas tan bien?

-Deja de hacer eso. Ser referencial en todo momento desespera. Evita forzar tus conversaciones con tus malditas referencias.

-¡No quiero!

-Aunque no quieras, dejarás de hacer tus estúpidas referencias.

-Si lo dices de esa manera… tampoco te voy a obedecer.

-Tendrás que hacerlo y punto; no pienso seguir discutiendo contigo.

-¿Estábamos discutiendo?

-Obviamente…y también limítate al usar tu sarcasmo.

-Pero si eso nos da mucha gracia.

-No siempre…

-Ya me aburrí.

-Pues vete y haz otra cosa; escucha música, cántala, grítala; lee libros, analízalos; haz cualquier cosa que te entretenga.

-De la manera en que lo dices mi aburrimiento aumenta.

-Entonces sólo vete de aquí.

-¿En verdad me puedo ir ya? Pensé que me cuestionarías lo que pienso, lo que hago, lo que me gusta. Sentí que querías moverme el tapete, desestabilizar la nave de cristal en la que a veces me encuentro.

-¿Para qué? Por ahora estoy cansado y tranquilo. Lo que menos necesitamos es una parodia de ello/yo/súper-yo; porque todavía nos falta entender muchas cosas al respecto. Tampoco quiero parecer la voz de la verdad. No quiero interpretar el estereotípico papel de la conciencia estilo “Pepe Grillo”. Ni quiero hacerte pensar que tu vida es una tragedia; porque no lo es. Incluso ya me parece innecesario repetírtelo. Sabes que eres lo suficientemente consiente como para no suicidarte…

-Al imaginar y pensar en el suicidio, me parece algo absurdo y estúpido. Sin embargo no me burlo de ello.

-Por último ¿A quién quieres impresionar?

-A nadie.

-¿Seguro?

-Sí, no tengo a quién impresionar.

-¿A nadie?

-A nadie. No me sirve de mucho impresionar a una persona.

-Y si no quieres impresionar a nadie ¿Por qué cometes estas temeridades?

-¿Te refieres a nuestras conversaciones?

-Precisamente.

-Tienes razón, cada conversación parece una temeridad, respecto al motivo para realizarlas. Aún así yo no determinaré si nuestras conversaciones son actos de temeridad; que lo definan otros.

-Si así lo deseas…

-Es necesario detener esta charla, antes de que cada cosa que digamos se vuelva un cliché…

-Y un diálogo forzado, más forzado de lo que es ya en este instante.

-Si.

-De acuerdo, que pases buena noche…

-O buen día…

-O buena tarde…

-O lo que sea.

-Hasta luego.

4 comentarios:

  1. ¿Ocurrio de verdad?
    ¿Quien es Cris?
    ... Y si paso en realidad, mal pedo.

    Saludos!

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  2. Por lo que entendemos es un diálogo fictício de desahogo. Es enigmático porque no sabemos quienes son los que dialogan. Lo que si sabemos es que es muy referencial (en el mismo diálogo lo dicen); Cris viene de la rola "Blues de Cris" de Pescado Rabioso (banda rockerísima de Luis Alberto Spinetta). También hay referencias a la rola "Vampiro" de Charly García.

    Saludos y muchas gracias por tu comentario.

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  3. Reconozco la mencion a ese tan buen tema de Pescado Rabioso.
    He tenido esa clase de dialogos mentales consigo mismo.

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  4. Demiurgo: Este diálogo lo escribí poco después de escuchar el "Desatormentándonos" de Pescado Rabioso, que es el primer disco de Spinetta que he escuché.

    Saludos y gracias por tu comentario.

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